LOS MANGAS DE ANDRES


Hoy: HITLER: LA NOVELA GRAFICA
La novela gráfica que hoy nos ocupa es gekiga clásico; de hecho, en Japón se conoce como Gekiga Hitler. Estamos ante un tomo autoconclusivo, con bastante contenido didáctico, sin elementos fantásticos y sin chistes. Y ante un autor, Shigeru Mizuki, que hoy tiene 88 años y que lleva más de 50 años trabajando como mangaka profesional, además de haber escrito varios libros. Mizuki es una institución en Japón, y una inspiración para las generaciones que lo siguieron, sobre todo por sus mangas de yokais (fantasmas, duendes y demás criaturas fantásticas vinculadas al folklore popular de la islita). Pero, al haber vivido la Segunda Guerra Mundial, en la que peleó y perdió un brazo, también tiene varias obras de carácter histórico ambientadas en ese período. Gekiga Hitler es de 1971 y salió a la luz en la Shukan Manga Sunday, donde Mizuki tenía tanta chapa entre los lectores que le compraban cualquier cosa que hiciera.
La historia arranca cuando Adolf Hitler tiene 19 años y vive en Viena, tratando sin éxito de insertarse en la comunidad de las bellas artes, que son su pasión. Mizuki nos guiará con mano maestra a lo largo de los 37 años siguientes, en los que veremos a este joven obstinado y medio trastornado convertirse en uno de los líderes más influyentes y más sanguinarios de la historia de la Humanidad. La primera mitad de la novela nos muestra su llegada al ejército, sus andanzas en la Primera Guerra Mundial, sus primeros pasos en la política, todo muy detallado y documentado, con diálogos filosos y profundos, que revelan a Hitler como un tipo intrépido, decidido a todo, con un enorme carisma y muchas más dotes para la oratoria que para las artes plásticas.
La segunda mitad nos narra el ascenso de Hitler a las más altas esferas del gobierno de Alemania y cómo, bajo su mandato, este país vuelve a soñar con el Imperio Germánico y se lanza a apoderarse de buena parte de Europa. Acá lo vemos a Hitler, de nuevo osado e inescrupuloso, bajar línea a cuatro manos, negociar, mentir, envolver con moñito a aliados y adversarios y, ya cuando el final es inevitable, Mizuki nos lo muestra como un tipo abatido, superado por los acontecimientos, firme en el error y en la decisión de no morir rendido ante nadie. Acá vemos también que, a pesar de algunos errores, el führer tenía también un talento poco frecuente para la estrategia militar, e incluso Mizuki deja en claro cómo, incluso en el momento de mayor poder, rayano en la megalomanía, el tipo mantenía intacta su pasión por las artes.
Lo único que no explica Mizuki es de dónde viene el odio por los judíos que ciega a Hitler. De hecho, si te revuelve las tripas ver imágenes del holocausto, campos de concentración, torturas, etc., quedate tranqui, porque eso no aparece en el libro, salvo por mínimas pinceladas. La primera secuencia la protagoniza un grupo de judíos franceses que le escapan a una razzia de la Gestapo en la París ocupada, pero después el tema del exterminio de millones de judíos prácticamente no se toca. En ese sentido, el autor le cobra barato al genocida.
El dibujo combina momentos de gran realismo documental, sobre todo en las batallas, movilizaciones y demás actos históricos, con momentos en los que los personajes aparecen un poco más caricaturizados, aunque sin llegar al grado de exageración con el que Mizuki dibuja a los protagonistas de sus otras obras. De todos modos, el principal esfuerzo del mangaka no está puesto en dibujar mejor o peor, o más real o más cartoony, sino en que no te aburras nunca, a pesar de que hay muchísimas páginas de ocho viñetas en las que sólo vemos a gente que habla o –a lo sumo- discute. Muchas veces una de esas viñetas es reemplazada por un bloque de texto en el cual Mizuki nos brinda información sobre el contexto en el que transcurre la escena, o sea que hay muuuucho para leer y se complica bajarse las 270 páginas de un saque, no sólo por lo heavy de lo que se nos narra, sino también por cómo elige narrarlo Mizuki.
Pero el esfuerzo remunera y mucho. No todos los días tenemos a una figura histórica seminal, desmenuzada y estudiada en detalle por uno de los artistas más importantes de la historia del manga. Esta novela gráfica te va a dar muchísima información, te va a dejar pensando y seguramente pidiendo a gritos más mangas de Shigeru Mizuki. Grosso de verdad.

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