LOS MANGAS DE ANDRES


Hoy: DEATH NOTE Vol.1
Qué lindo apostarle una ficha al Greatest Hit y descubrir que no se trata de la enésima trampa para esquilmar boludos, sino de una historieta de muy buena factura, buenas ideas y desarrollo convincente. De hecho, esto es lo más parecido a un comic de Vertigo que leí alguna vez en un manga… Me lo imagino escrito por Mike Carey, o incluso por Peter Milligan.
Al revés que en casi todas las reseñas, empiezo con las loas al dibujante. Takeshi Obata es IMPRESIONANTE, nada que ver con Yuuki Obata, la muerta de frío que firma la impresentable Erase Una Vez Nosotros. Este Obata narra bien y dibuja mejor. Se luce en secuencias urbanas de gran realismo, llenas de detalle y precisión, y cada tanto sorprende con esas tomas grandilocuentes y pesadillescas del mundo de los muertos, como para sacudir al lector y recordarle que acá están por pasar cosas muy heavies. Seguro tiene miles de ayudantes, pero igual se ve que detrás de las múltiple manos hay una visión artística grossa.
El guión de Tsugumi Ohba es magnífico, por la cantidad de capas que tiene. Arranca con la obvia: Tenés el poder de matar con total impunidad, ¿qué vas a hacer?. Lógicamente, de movida te sentís más poderoso que el Doctor Manhattan duro de merca y con una erección de tres cuadras. Pero enseguida te das cuenta de que no es tan así. Ni la impunidad es total, ni el tema de matar gente “a control remoto” es un viva la pepa. Ryuk, el shinigami, la juega de regulador de la data y pela el reglamento del Death Note en cuotas, habilitándole a Light la info a medida que este se ceba cada vez más con el chiche nuevo. Y para el final del primer tomo, usar el cuaderno mortal ya es casi una ciencia. Hay que leer la letra chiquita, estudiar las reglas, aprovechar los huecos que tienen, y además jugarla bien de keruza, porque más temprano que tarde, alguien empieza a sospechar que todas esas muertes no pueden ser meras casualidades.
Pero además de toda esta prolija, documentada y hasta burocrática irrupción de un elemento fantástico en el mundo real, tenemos el dilema moral. El que mata con total impunidad al que se le canta, ¿es bueno?. Y sí, porque mata a asesinos e hijos de puta. Pero ¿es justo que cualquier boludo se convierta en juez, jurado y ejecutor sólo porque encontró un cuaderno? ¿Y si se equivoca? ¿El bueno de verdad no dejaría que actúe la justicia? ¿Está bueno matar a los criminales? Muchas preguntas para un pibe (brillante, pero pibe al fin) de escuela secundaria. Y muy piola el truquito de que el padre de Light sea capo de la agencia gubernamental encargada de detener la ola de muertes.
Lo que no me cierra es que L, el super detective, el investigador más pulenta del universo, sea también un pibe joven. Entiendo que haya que lograr la identificación de los lectores (y facilitarle el laburo a los cosplayers), pero L ganaría credibilidad sin perder chapa ni onda si fuera un tipo de más de 30. Lo cierto es que el duelo entre Light y L promete ser tan apasionante como una gran partida de ajedrez. Y por si faltara un elemento en la ecuación, está Ryuk, con toda la data fantástica pero recontra-coherente acerca de los shinigamis, su rol en el universo, su relación con los humanos tanto vivos como muertos, sus poderes, y seguramente, alguna matufia dark que se guarda bajo la manga.
Un detalle puesto a propósito para que casi nadie lo pesque: en la primera página, ni bien Ryuk se da cuenta de que perdió el Death Note, otro de los shinigamis nos recuerda que Ryuk tenía DOS cuadernos, no uno. O sea que no debe faltar demasiado para que Light se encuentre con un segundo Death Note en manos de un segundo humano que andá a saber cuánto conoce del funcionamiento del cuaderno y para qué decide usarlo. Eso puede estar muy interesante.
Death Note arranca con una muy buena nota (cuac!). Veremos cómo sigue y cuánto tiempo aguanto antes de abalanzarme sobre el segundo tomo, que me mira seductor desde el estante y parece decirme “Sé que me deseas… Es inútil que te resistas”… Por ahora, resistiré. Pero conste que este manga me tiene más cebado que cualquier otro hitazo nipón que haya caído en mis manos en los últimos tiempos.
Ah, la edición de LARP, una masa. Y los comentarios de Agustín Gómez Sanz, un lujo.

2 comentarios:

El Critico Citrico dijo...

La serie esta buena hasta el tomo 7 de ahí en adelante solo dilatan el final.

Yo estoy esperando el tomo 6 que debería de haber salido ya pero la gente de LARP ni da noticias de vida!!!.

Joe dijo...

Se me hace cada vez mas difícil esperara que lo publiquen, quiero saber como termina y veo que son una bocha de números, me pregunto hasta cuando pueden dilatar un final?, tantas buenas ideas tiene el tipo?, hasta donde se publico acá viene bien pero en el último tomo los tres últimos cápitulos ya se me hicieron largos...

jlg

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